By Gabriella Beker with additional reporting from Kathy Swartz and Sydney Kim
Austin High School senior Max "Camp" Campbell Odom accidentally stumbled upon his passion for cooking while browsing elective choices his sophomore year. As an only child, he had spent some time in the kitchen helping his mom and thought he could give culinary arts class a try.
“I’ve always somewhat taken a liking to cooking," said Odom. "There’s some mental health conditions that I have and cooking has always helped me to refocus, to center myself and collect myself.”
Odom immersed himself in the culinary arts as a pastime during the COVID 19 pandemic, learning everything from basic knife skills to perfecting his favorite dessert, the Pavlova, a baked meringue with a crisp crust and a soft, light inside.
Since enrolling in Austin High’s program, Odom has fine tuned his speciality in French cooking and found work as a line cook at the Austin and Lockhart locations of the award-winning restaurant Foreign & Domestic, which has been featured on “Diners, Drive-Ins and Dives,” The Food Network and “Bizarre Foods with Andrew Zimmerman.”
When he first began applying to professional cooking jobs, Odom didn’t expect to be hired at only 16 years old. But in the last year, he has felt lucky to find mentors in the restaurant industry who have encouraged him to improve and experiment, trusted his skills and helped him navigate the pressures of working in a professional kitchen.
“When you first get into a kitchen, it’s extremely stressful, but eventually, your mind starts to adapt,” said Odom. “I do struggle with stress, however in the kitchen it's a controlled stress, and it’s such all encompassing work that you can't think of anything else.”
Odom is already a professional chef as a high schooler, and he knows that he will pursue his love of cooking full-time once he graduates. What he is looking forward to the most is not the new skills he will learn along the way, or the new dishes he will master, but the people he will meet.
“The community of kitchens is so different from anything else I’ve found,” said Odom. “You’re going through hell together, and you have to work as a team in the kitchen or you will die alone.”
Bajo el reflector de CTE: Max Campbell Odom está aumentando la temperatura en el programa de Artes Culinarias de la Escuela Preparatoria Austin
Por Gabriella Beker con reportajes adicionales de Kathy Swartz y Sydney Kim
Traducido por Magdalena Graybill
Max "Camp" Campbell Odom, estudiante de 12. o de la Escuela Preparatoria Austin, tropezó accidentalmente con su pasión por la cocina al estar buscando las optativas en el 10.o grado. Como hijo único, había pasado tiempo en la cocina ayudando a su mamá y pensó que podría probar las clases de Artes Culinarias.
“Siempre he tenido cierto gusto por la cocina”, dijo Odom. “Tengo algunos padecimientos de salud mental y cocinar siempre me ha ayudado a renfocarme, centrarme y tranquilizarme”.
Odom se adentró en las artes culinarias como un pasatiempo durante la pandemia de COVID 19, aprendiendo de todo, desde las habilidades básicas para usar los cuchillos hasta perfeccionar su postre favorito, la pavlova, un merengue horneado con una capa crujiente y un contenido suave y ligero.
Desde que se matriculó en el programa de la Preparatoria Austin, Odom ha perfeccionado su especialidad de cocina francesa y ha encontrado trabajo como cocinero de línea en las localidades de Austin y Lockhart del galardonado restaurante Foreign & Domestic, que ha sido reconocido en “Diners, Drive-Ins and Dives”, The Food Network y “Bizarre Foods with Andrew Zimmerman”.
Cuando empezó a solicitar trabajos de cocinero profesional, Odom no esperaba ser contratado con solo 16 años de edad. Pero en el último año se ha sentido afortunado de encontrar mentores en el sector culinario quienes lo han animado a mejorar y experimentar, que han confiado en sus habilidades y lo han ayudado a sortear las presiones de trabajar en una cocina profesional.
“Cuando entras por primera vez en una cocina, es extremadamente estresante, pero con el tiempo tu mente empieza a adaptarse”, dijo Odom. “Yo sufro mucho de estrés, sin embargo en la cocina es un estrés controlado y es un trabajo tan envolvente que uno no puede pensar en nada más”.
Odom ya es un chef profesional como estudiante de preparatoria y sabe que se dedicará de tiempo completo a su amor por la cocina una vez que se gradúe. Lo que más le emociona no son las nuevas habilidades que aprenderá a lo largo del camino, ni los nuevos platillos que perfeccionará, sino la gente que conocerá.
“La comunidad de las cocinas es muy diferente de cualquier otra cosa que haya encontrado”, dijo Odom. “Pasas por el infierno con los demás y tienes que trabajar como equipo en la cocina o mueres solo”.